martes, 29 de junio de 2010

Aparente divagación

¿Cómo cerrarías un capitulo?

¿Qué palabras escogerías para acabar con algo?

¿Cómo se supone que debo sentirme?

¿Alguna vez te has separado de ese pequeño mundo en el que vives?, en ese que todos nos formamos.

Últimamente hay días en que me acerco a la ventana que da a la calle, me siento durante horas a un lado de ella viendo el cielo claro; sintiendo el calor abrazante; mirando atardeceres rojos; viendo el reflejo de plata de la luna; mirando las estrellas; o simplemente observando esa lámpara que alumbra el empedrado de la calle.

¿Alguna vez has sentido el cálido rose del viento de verano?

¿Sí?…

Tengo mi cara sobre la mesa y la mirada caída y aun así veo este claro cielo de verano. Tengo la barbilla mojada y hace un rato que siento que algo me camina por la cara.

El tibio viento de verano

Aún recuerdo esas primeras impresiones.

Te parecías tanto a alguien a quien conozco muy de cerca. Parecías tan irónica y sarcástica. Al momento pensé que te conocía muy bien, pensé que llegaríamos a ser amigos.

Quién pensaría que el calor tiene aroma.

Valla que son peculiares los sentidos.

Yo a lo mucho puedo presumir de oler la lluvia, y solo a veces. Mi madre me decía que podía oler las hormigas.

¡Curiosos que son los sentidos!

Curioso que pude sentir cuando murió mi madre y no lo supe hasta medio día después. Los viejos dicen que es por el cariño que ambos sentíamos.

Curioso que con tanto cariño que te tenia y no sentí esto venir.

El cálido viento de verano

Aún recuerdo ver tu rostro durante cuatro meces. Te vi, te observe, te contemple. Jamás me atreví siquiera a tocarte.

Debí haber visto tu rostro por igual, pero era tan difícil ver algo más que tus ojos.

Es de notarse que llevo horas aquí y aún no he visto una sola ave en el cielo. Hace buen rato que las escucho cantar pero no han de salir de los árboles. ¿Sera tanto el calor como para que no quieran ni volar?

Ahora me siento el hombre más estúpido del mundo. Esperando por ti sabiendo que no vendrás jamás.

Llevo días esperándote y apenas hoy dijiste que vendrías.

Pero no lo harás. Lo supe cuando lo dijiste.

Lo supe aun antes de llegar.

Pero no logro separarme de aquí.

No puedo dejar de esperar por ti.

No quiero empezar a olvidarte.

El sofocante viento de verano

¿Es normal que uno se sienta tan desamparado?

Estoy sentado esperando por algo imposible; estoy tratando de sacar oxigeno de un aire seco; ¡TENGO HORMIGAS CAMINANDO POR MI CARA Y HAY UNA BOTELLA DE VINO TIRANDOSE EN MI MESA!

Y solo queda una cosa girando en mi cabeza…

…”al final de todo…uno esperaría que quedara algo”.

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